Después de encontrarme con Rondha, ambos decidimos ir a Pharos. Para ir alla primero buscamos nuestro camino hacia Alberta.
Alberta, la ciudad de los negocios, donde puedes comprarlo casi todo o al menos encontrar de todo. Su gran puerto recibe decenas de barcos constantemente por lo que siempre hay alguien nuevo para conocer. Tambien es hogar de muchas historias de tierras lejanas, de heroes, villanos y bestias increibles, así como de grandes tesoros ocultos en las aguas.
Después de llegar a Alberta nos dirigimos a los puertos, solo que Rondha me llevó a una zona que no conocía. Detrás de unos muelles en la parte sur de Alberta se encuentran varios barcos de menos importancia y que parecían más "clandestinos".
Por un momento dude y me mantuve en alerta, pero luego recorde que Rondha me había ayudado en los bosques, y que la información de ella venía por parte de la Academia. Me tranquilize un poco. Por otra parte, aun no conocía nada de Rondha y tenía varias diferencias con algunos miembros de importancia de la Academia, así que me puse nervioso de nuevo.
Después de que Rondha habló con varias personas, las cuales parecía conocer muy bien, terminamos a lado de un pequeño bote a motor en el que apenas cabrían cuatro personas. Habló con el dueño y ambos subimos al bote y zarpamos.
Fué un viaje bastante aburrido realmente. A la deriva se me ocurrió ver que pasaba al realizar algunas magias en el mar. Fué interesante crear pequeños Icebergs con mi Frost Diver y mi Ice Wall. El problema de hacer eso fue que los Icebergs comenzaron a golpear el resto de los barcos, causando algunos problemas de fugas. Afortunadamente ya estabamos lejos del lugar.
Varias horas pasaron antes de que llegaramos a Pharos. Sin darme cuenta me quedé dormido. Después de un sueño raro, Rondha me despertó y me pidió que guardara silencio.
Ocultos detras de unas rocas, nos quedamos observando como algunos barcos desconocidos descargaban armas y otra mercancías. Ya los había visto antes, así que no me sorprendí mucho.
El dueño del bote nos dijo que debía irse, que no quería meterse en problemas. No tuvimos opción más que bajarnos del bote detrás de unas rocas cerca de la costa. Poco a poco caminamos con cuidado hacia los barcos para no ser detectados. Para Rondha era fácil pues tenia una gran agilidad, pero para un Wizard como yo, es como mezclar agua y aceite.
Después de colocarnos detrás de unas columnas de un templo del lugar, preparamos el ataque. Nuestra posición era excelente para un ataque de rango, yo invocaría meteoros mientras que Rondha eliminaría a todos los que se acerquen por medio de algunas trampas que coloco, mientras causaba confusión con sus flechas. Ibamos a lanzar nuestro ataque cuando un alboroto nos detuvo. Varios hombres comenzaron a gritar mientras que otros salían gritando de uno de los barcos. Después de algunos segundos de gritos el barco explotó. Cientos de trozos de madera salieron disparados por todos lados mientras el barco poco a poco se hundía.
Tanto Rondha como yo nos quedamos sorprendidos. Después de que el primer barco explotó, el caos no terminaba cuando el resto de los barcos explotó en cadena. Todo quedo completamente destruido. Varios hombres cayeron al agua y otros escaparon.
Después de un rato, cuando todo se había calmado, bajamos al lugar de desastre a investigar que había pasado y tratar de encontrar pistas. Nos separamos para abarcar una mayor area. Caminé hacia donde se encontraban los restos de unas cajas con varias piezas de metal negro pero antes de llegar, alguien me sujeto por la espalda y puso un cuchillo en mi cuello. Quizá había sido mala idea separarnos. Me jaló hacia atrás y caí al suelo. Solo una silueta podía distinguir ya que el solo estorbaba mi visión.