Capítulo 1: Las alcantarillas de la ciudad.
La mañana llega a la ciudad de Prontera, el sol brilla y no hay nubles en el cielo, la gente comienza a salir de sus casas, los mercaderes se preparan para abrir sus tiendas, y los aventureros se preparan para comenzar su día de aventuras…
Una joven se encuentra en una pozada, esta profundamente dormida en su cuarto, cuando de repente se abren las cortinas de su habitación y se oye una voz que dice:
-Hermana, levántate, ya es de día, y esta un día muy agradable afuera-
Estando medio dormida, la señorita medio se levanta ante esta voz insistente, y alcanza a contestar:
-Anoche no me dejaste dormir hasta tarde, y ahora me levantas temprano-
La joven alza la mirada y ve hacia la ventana. En la ventana, otra joven mira hacia fuera, de finas facciones; cabello dorado y muy largo, tan largo que le llega a media espalda; piel blanca, aunque algo quemada por el sol; tiene un agraciado cuerpo y lleno de energía, sobre su cabeza lleva una manzana atravesada por una flecha, su poca vestimenta indica la profesión que ejerce, Bailarina.
-Elian, termina de arreglarte, yo ya estoy lista para salir a buscar que comer, me muero de hambre, recuerda que ayer no comimos casi nada-
Le exclamo la bailarina a su hermana. La joven se queda mirando a su hermana, y al ver que esta sonriendo, solo alcanza a decirle algo:
- No entiendo por que duermes con más ropa de la que llevas puesta normalmente-
Ya los mercaderes se han colocado sus tiendas, y la gente comienza a andar por el centro de la ciudad. Generalmente aparecen algunas pidiendo ayudas para eliminar algunos monstruos que asolan sus villas y campos de pastoreo, pero el día de hoy esta muy tranquilo, así que vemos a las dos hermanas sentadas en una banca
-Aaaaaaaa, que aburrido hermana, parece que hoy no vamos a hacer nada de nuevo-
Le dice Alba, la bailarina a su hermana Elian, mientras está lee un libro. Elian es muy diferente a su hermana, se ve pálida y su cuerpo parece ser frágil y es de menor estatura y robustez que su hermana, lleva unos lentes y aparece no prestar atención a lo que dice su hermana, lleva un muy bien conservado uniforme que indica que pertenece al gremio de Hechiceros de la ciudad de Geffen, su cabello rojo y corto, contrasta drásticamente con su hermana.
-Elian, has algo más que leer tus libros, rara ves hablas conmigo. Si hablarás más, hasta un novio podrías conseguir; pero no, nomás estas leyendo tus libros- se queja Alba, y luego prosigue – ¿Qué nadie necesita de los servicios de exterminación de monstruos de las hermanas Elian y Alba Runore?– suspira –Mamá nos había dicho que en la capital siempre se necesitaban esa clase de servicios, pero desde hace como un mes que no tenemos ni un solo cliente, y ya nos comenzamos a quedar sin dinero y sin comida-
Elian le da una vuelta a la página y prosigue como si Alba no hablara, Alba prosigue con su queja – Creo que mejor hubiéramos hecho lo mismo que Almira ¿no crees? A ella rara ves le falta el dinero y siempre tiene comida, pero también tiene más trabajo que nosotras, eso de ser sacerdotisa y ayudar a todos aunque no tengan dinero para pagarte lo veo muy difícil para mi…- Elian cierra el libro de golpe e interrumpe el lamento de su hermana -Alba, alguien necesita ayuda con monstruos allá-
Adelante se ve un montón de gente, y en medio, una pareja de ladrones mal heridos, ellos andan gritando:
–Hay una bestia horrible en las alcantarillas de prontera – gritaba uno, mientras decía -vimos una bestia dorada allá abajo-
Y con este último comentario todos se empezaron a ir. – ¿Por qué todos se van?- pregunto uno de los ladrones, -Fácil- contesto Alba mientras se acercaba a ellos –Lo que ustedes vieron no fue ninguna bestia horrible, vieron al insecto dorado que ronda allá abajo, es inofensivo, no los atacará a menos de que le hagan daño-
Pero en vista a que los ladrones seguían insistiendo con que se trataba de otro monstruo diferente, Alba comenzaba a perder la paciencia (cosa que es muy fácil de conseguir), hasta de que repente se escuchó otra voz:
-Descuiden, nosotras nos encargaremos de esa bestia-
Todos voltearon para ver quien lo dijo, montadas dos mujeres sobre un pecopeco, una mostrando una armadura de cruzado y otra con armadura de caballero; ambas son jóvenes y son casi idénticas, solo se diferencian por el color rojo y azul de sus cabellos. Alba se dirige hacia ellas:
-¿Qué es lo que quieren, hermanas Lunae?-
La caballero se baja en este instante y se pone enfrente de Alba:
-Pero si son las hermanas Runore, mira Elina, parece que vamos a tener competencia otra ves-
a lo que la otra le contestó
-Tienes razón Irina, nos vamos a divertir un rato- y después prosigue –necesitamos dinero, ya rara ves tenemos para comer y andamos teniendo que cazar nuestra propia comida y a veces es muy cansado hacer eso…-
Para estos momentos Alba tiene una cara de enojo y grita
–Ah no, la otra vez nos metimos en problemas cuando estamos buscando a la persona que se perdió en el infierno de las hormigas, y esos problemas fueron por que ustedes se les ocurrió que Maya se los había comido-
Esto terminó en una discusión que ya era muy común cada ves que las 2 parejas de hermanas se encontraban. Alba no se dio cuenta de que Elian se le había adelantado mientras era acompañada por los dos ladrones
–Oye, espérame- Le gritó Alba al ver que ya se había alejado bastante y después salio corriendo tras de ella dejando atrás a las hermanas Lunae que nomás miran como se alejan.
En medio de un pasillo apenas alumbrado por unas antorchas, lleno de aguas de olor desagradable, va caminando un pequeño grupo formado por dos ladrones, una bailarina y una hechicera, van caminando pro las alcantarillas mientras bajan cada vez más en sus interiores:
-¿Cuánto falta para llegar a donde vieron “esa bestia”?- se quejaba Alba, mientras los ladrones decían que ya faltaba muy poco y Alba proseguía quejándose del lugar, del agua, del olor, etc. Después de unos minutos de seguir caminando, los ladrones señalan un soporte de piedra:
-Estábamos descansando junto a ese soporte cuando la bestia nos atacó- Entonces Alba se acercó al soporte sin pensarlo, y dándole varias vueltas, dijo:
-No le veo nada de especial a esté soporte- Y cuando se disponía a tocarlo, se oye un fuerte estruendo muy cerca, todos voltearon a ver donde se originó el ruido, y lo primero que vieron fue un par de mujeres corriendo aterradas, eran las hermanas Lunae que viendo al pequeño grupo, corrieron con más fuerza a donde se encontraban:
-¿Qué hicieron ahora ustedes dos?- les grito Alba cuando llegaron, las dos le contestaron, hablando como es costumbre de ellas, una terminando las frases de la otra:
-Estábamos buscando a la bestia, y vimos un gran bulto de color dorado en una esquina, así que decidimos atacarlo por sorpresa, y entonces...-
En este instante, un gran zumbido se oyó a sus espaldas, entonces, vieron acercarse un enorme escarabajo, tan grande como una persona robusta, su caparazón brillaba en un hermoso color oro: -¿No me digan que atacaron al insecto dorado?- les dijo Alba con una expresión de miedo en su cara, las hermanas asintieron con al cabeza al mismo tiempo: -Les aconsejo que corran, es insecto es muy rencoroso, y solo las perseguirá a ustedes- les dijo Alba mientras procuraba moverse lo menos posible, en eso, el insecto comenzó a correr hacia donde estaban ellas, y las hermanas Lunae respondieron corriendo más rápido y alejándose del grupo, mientras eran perseguidas por el insecto dorado, hasta perderse entre los túneles.
-No puedo creer esto- dijo Alba- ¿Qué tienen esas dos en la cabeza?, ¿Comida para pecopeco?- después dio un profundo respiro, y se dirigió a los ladrones:
-Bueno, allá va su “bestia” dorada- pero los ladrones lo negaron: -La bestia no era así, la bestia que vimos podía volar- Alba nomás suspiró y de recargó sobre el soporte que estaba examinando, y se escuchó un crujido, y uno de los ladrillos del soporte se movió hacia delante, todos se quedaron mirando al ladrillo
-¡Ya recordé!, eso también pasó cuando mi pareja toco el soporte, y entonces se escucho ese ruido extraño…- empezó a decir uno de los ladrones, pero fue interrumpido por un gruñido que parecía venir desde muy alto, tanto alba como Elian entraron en una posición de guardia, y comenzaron a buscar en sus entornos, entonces el otro ladrón exclamó
-Es la bestia, ¡¡¡esta allá arriba!!- mirando todos al techo del lugar, vieron un enorme reptil de color dorado, con un par de alas escamosas que salían de su espalda
–Esa no es una bestia- Exclamó Alba con una voz tartamudeante –¡¡¡Eso es un Acidus dorado!!!!- y junto a esta exclamación, el dragón de color oro abrió su hocico y lanzó una bola de fuego.
Haciendo uso de su agilidad, Alba agarra a la pareja de ladrones, y los logra poner a salvo de la bola de fuego, los cuatro logran esconderse en uno de los túneles cercanos al soporte
-Creí que los Acidus solo vivían en el lago abismo- dijo uno de los ladrones, -Se supone que así es- contestó Alba- Que piensas que haga aquí hermana- Elian se queda viendo al soporte y al ladrillo que se movió, y luego dice
-Se dice que los Acidus dorados suelen proteger tesoros, alguien debió haber ocultado algo muy preciado en ese soporte, y dejó al dragón cuidándolo-
-Entonces- Continua Alba- si matamos al dragón, tendremos un tesoro, mmmmm, bueno, Elian, ¿cuál es tú plan para deshacernos del dragón?-
-Mátalo usando flechas de oscuridad- Elian respondió al instante.
-¿Qué?- Alba también le respondió al instante – ¡No traigo de esas flechas!, y menos aún material para hacerlas, ¿Qué no puedes usar tu magia para acabarlo?-
-Mi magia no afecta a las criaturas de la luz, y los Acidus dorados son una de ellas- respondió Elian sin inmutarse –pero lo que si puedo hacer es…- Poniendo una mano en el suelo, Elian realiza su magia:
-Ciénega Pantanosa-
En ese instante, el suelo debajo del dragón se empieza a quebrarse y volverse lodo, a la vez que comienzan a brotar numerosas enredaderas que comienzan a atrapar al dragón:
-Alba, es tu turno- pero antes de que Elian pudiera terminar, Alba ya había salido, y apuntando al dragón con su arco, comenzó a disiparle flechas a la misma velocidad y gracia con la que se mueve, pero lamentablemente, el dragón disparo otra de sus bolas de fuego al suelo, y quemó las enredaderas, quedando libre.
Viendo Alba que estando el dragón libre estaba en una gran desventaja, tanto ella como su hermana comenzaron a correr de nuevo hacia atrás, pero el dragón coloco un Pilar de fuego justo a la entrada del túnel donde se habían ocultado la vez pasada, viéndose atrapados, Elian saca una piedra de color azul de su bolsa, y vuelve a utilizar su magia:
-Muro Defensivo- una barrera mágica de color rosa aparece entorno de ella, y tanto Alba como los ladrones se refugian en ella, viéndose en serios problemas, las hermanas Runore estaban ideando un contraataque, cuando entonces:
-¡Cuidado!- se alcanzó oír este grito, y después una gran explosión proveniente del Pilar de fuego, después se vio salir entre una cortina de humo a las hermanas Lunae, algo quemadas y agotadas:
-No me digan que no vieron el Pilar de fuego…-Les dijo Alba con un tono muy sarcástico
-Si lo vimos, y nos alcanzamos a detener, pero el que no se detuvo fue el insecto dorado…- contestaron entre las dos hermanas, pero en ese momento el insecto dorado también comenzó a salir de la cortina de humo, y dando un ensordecedor chillido, empezó a dar muestras de que iba a atacar con todas sus fuerzas:
-Lo que nos faltaba- dijo Alba resignada, y en ese momento, el insecto comenzó una embestida, cerrando los ojos Alba, y las hermanas Lunae gritando, esperaron que el insecto atacara, pero solo sintieron una fuerte corriente de aire pasando. Alba abrió y volteo a ver que había pasado, el insecto dorado había atacado al Acidus, y el dragón no podía hacer nada, el insecto lo tenía sujeto del cuello y lo había derribado. Después de unos cuantos segundos de forcejeo, el insecto comenzó a arrastrar al dragón por los túneles hasta desaparecer..
-Ustedes son las personas con más suerte que he visto- les dijo riendo Alba a las hermanas Lunae, mientras ellas se abrazaban la una a la otra y comenzaban a llorar de la emoción:
-Les agradecemos mucho, ya podemos seguir con nuestros asuntos- Dijo uno de los ladrones- Se pueden quedar con el tesoro del soporte- completó el otro –nosotros no lo necesitamos, nos vemos luego- Y luego se fueron por otro de los túneles.
Acercándose al soporte, Elian removió el ladrillo, y salió una pequeña caja de piedra de color rojo, y bajo la mirada de su hermana y las hermanas Lunae, la abrió, en su interior se encontraba un brazalete, de color oro pero ya algo viejo, de hecho, hasta oxidado, su diseño era muy simple y tenía una luna creciente como adorno principal:
-Tanto alboroto para esto- Gritó Elina, e Irina le siguió:
-Creo que mejor no hubiéramos bajado, nos dimos un gran susto por nada- y diciendo esto, las hermanas Lunae comenzaron a alejarse:
-Nos vemos después hermanas Runare, que disfruten su “premio”- dijo Irina antes de irse junto a su hermana.
Quedándose solas las hermanas, ellas estaban absortas en el brazalete, hasta que Elian, con lágrimas en los ojos, decidió cerrar la caja:
-Hermana- dijo Alba con la voz quebrada –Ese brazalete… ¿Acaso no es el brazalete que nuestro padre le dio a nuestra hermana mayor?-
Elian mirando hacia arriba, contestó:
-Tenemos que visitar a Almira, a ella también nuestro desaparecido padre le dio un brazalete idéntico-
Y sin ver a Alba, dio la media vuelta, si se dirigió a la salida. Alaba se quedó atrás, mirando el soporte, y en voz baja se dijo para si misma:
-Quizá este lugar tiene que ver algo con la desaparición de nuestro padre hace 13 años, o quizás sea una pista de nuestra hermana Selene que lo busca desde hace 10-
Dejando otra vez el ladrillo en su lugar, se dio la media vuelta, y fue corriendo donde su hermana
Fin del capitulo 1