Magia Esencial 6: La extraña sacerdotiza

Aslak

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Decidí avanzar un poco más adentro en las alcantarillas de Glast Heim. Entre más dentro estaba, más demonios aparecian. Molestas Gargoyles aparecían de la nada y atacaban sin cesar, haciendome perder la concentración en mis hechizos. Me ví forzado a utilizar una vieja carta guardada de un pez de las cuevas de Bybalan, el Phen. Esta carta, posee la esencia de esta criatura, y al ser combinada con algun accesorio, me permite mantener la concentración en mis hechizos, pero me toma más tiempo conjurarlos. Después de esto pude eliminar a tantas Gargoyles como se me aparecían. Segui avanzando sin saber que algo sumergido en el agua me seguía.

Note en las paredes algunas escrituras recientes, legibles y humanas; instrucciones de seguimiento y pasos para procesos extraños se mostraban en su contenido. Tomé una pequeña libreta que traía y anote las palabras:

Caminar al oeste hasta final
Ir al sur hasta final
Colocar el dispositivo en su lugar
Esperar por 32 segundos
Presionar el dispositivo contra la pared
Después de la explosión proseguir

Segui los primeros pasos ya que eran los más claros. Al final del camino buscaria como resolver la parte del dispositivo.

Cuando llegué al lugar, vi una extraña máquina conformada por una serie de engranes conectados, y en medio de todo, un pequeño hueco. Asumí que en ese lugar se coloca el dispositivo, pero no contaba con el, así que debía buscar otra manera de seguir avanzando. Intente invocar una hechizo sobre la máquina, pero me detuve, escuche que algo se arrastraba detrás de mi, y cuando gire para ver que era, vi que un gran guante sujetado por una masa rosa gelatinosa estaba por atacarme. Se lanzó hacia mi pero salte hacia atrás esquivando el ataque. Traté de golpearlo con mi varita pero esta solo se hundió en su cuerpo y de nuevo salté hacia atrás.

La criatura debía moverse de alguna manera, y no dejaba de pensar que era magia lo que lo movia. Tomé un pequeño manual de criaturas mágicas para ver si había algun registro y ahí estaba. Sting, una criatura hecha por lodo y arcilla movida por la misma magia que mueve a un Golem. No mostraba más datos, por lo que tenía que buscar sus debilidades por mi propia cuenta.

Trate de congelarlo y tuve exito, pero se descongelo demasiado rápido. Intenté con electricidad pero era inmune, aunque ya había imaginado que así pasaria. Mientras decidía mi siguiente movimiento, comenzó a acercarme hacia mi, así que decidí colocar un Firewall para detener su avance; para mi suerte, la criatura era muy vulnerable al fuego, así casi se detuvo de golpe, pero después de eso realizo varios movimientos con sus dedos y decenas de Stings comenzaron a emerger de la nada y me rodearon.

Miré a mis alrededores pero no había salida. Tenía que pensar y rapido. Conjuré varios Quagmire en el suelo, para dificultar su avance, luego coloque 3 barreras de fuego para protegerme, y luego me concentré para lanzar un hechizo muy fuerte y algunas veces prohibido por su poder destructivo: Meteor Storm.

La combinación de Quagmire mas Firewall fué efectiva, pero eran demasiados Stings y el tiempo se me acababa. Poco a poco se acercaban a mi y los meteoros aun no estaban listos. Cerré los ojos y espere lo peor. El suelo comenzó a sacudirse con fuerza, pero mantuve mis ojos cerrados, luego recibí un golpe y caí al suelo.

Pocos segundos después, abrí los ojos y todos los Stings se encontraban deshaciendose en el suelo. Por poco salí victorioso. Decidí que era momento de regresar a la Academia a pasar el reporte de mis hallazgos, además de que ya me encontraba agotado.

En mi camino a Geffen, me encontré con una sacerdotiza, Eva Winters, quien se encontraba haciendo unos rituales de purificación en la entrada de Glast Heim. Sin embargo, antes de llegar con ella, se portaba muy extraña, miraba a todos lados antes de seguir con cada acción que realizaba. No le presté atención y decidí acercarme a ella.

Platiqué con ella y pregunte si podría enviarme a Geffen ya que me encontraba cansado para seguir caminando. Accedió amablemente después de una larga plática. Ambos entramos al portal, pero no era lo que esperaba. Aparecimos en Prontera. Se disculpo por el error y me dijo que haría otro portal, pero justo después de intentarlo se dió cuenta que no tenía mas Gemas Azules. Sonrió y me dijo que compraría una y que no tardaría en regresar.

La noche comenzó a caer y Eva no regresó. Era muy tarde para regresar a Geffen, así que decidí pasar la noche en el Inn de Prontera.